Buenos Aires, 29 de Abril de 2014
Querido amigo:
Si estás leyendo estas líneas voy a darme cuenta que ya
todo lo perdimos. Y es que dan ganas de llorar, acá en el Sur, cuando caemos en
la cuenta de lo que hicieron con nosotros. Seguramente vos estás tranquilo, con
tu certeza bien empuñada y siempre firme esperando como cada sábado que tus
“blues” salten a la cancha para adornarte la jornada.
No puede embriagarme otro sentimiento que no sea la
profunda envidia que asola a alguien que, lejos del palaciego Anfield o el
mítico Old Traford sufre las constantes negaciones que sufre el fútbol nuestro
de cada día.
Lejos de intentar caer en “esnobismos”, invito a quién
guste acusarme de “anglófilo” que se abstenga de continuar la lectura. El
objetivo de esta misiva no es generar un juicio de valor acerca de las ventajas
y prerrogativas que sugieren pertenecer al país de la reina, sino indagar sobre
la seguridad.
Porque vos, todavía sentado con la misma certeza, tenés
plena seguridad en que una vez llegada la fecha 15, Chelsea enfrentará al
Arsenal en Stanford Bridge. Esa certeza absoluta es para vos una verdad tan
insoslayable como que la Premier está compuesta por 20 equipos. Y esto querido
amigo, es un privilegio casi impensado por estas latitudes.
De donde escribo es imposible saber si un equipo va a
jugar en Pascuas o Navidad, si los planetas se alinearan este fin de semana
para conseguir una entrada o si, en condición de visitante voy a ver el partido
por TV (Obligado).
En resumidas cuentas, mientras vos seguís disfrutando de
los mejores jugadores jornada tras jornada, yo me desvivo por saber si la
primera división sigue existiendo como tal. La incertidumbre es moneda
corriente en Argentina, y con ella hay que convivir a diario. Ni el mismo Kafka
en su noche más inspirada hubiese imaginado un escenario tan carente de orden
lógico, y es que, quienes manejan las riendas de nuestra pasión sólo responden
a un patrón: Empeorarlo todo.
Aún se desconoce
si esto es por malicia o simple negligencia (El saber popular nos indica que
esta última es la peor de ambas) pero lo cierto es que cada intervención que
estos tipos inventan desata un vendaval de miserias sobre nuestro fútbol ya lo
suficientemente malherido.
Y es que lamentamos el nuevo formato del futbol argentino
pero hay que ser demasiado creativo para poder avistar al menos con que nuevo
rudimento continuaran estropearlo la próxima vez, si es que aun cabe esa
posibilidad.
Por eso es que te saludo, querido amigo futbolero, donde
quiera que estés, y te pido sabiéndote hombre de fe, un rezo por nuestro fútbol
en sus peores días… otra vez.
Atte. Algún Hincha
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